¿Cuáles son los 5 tipos principales de yoga?
El Goraksha Sataka de los siglos X u XI y el Hatha Yoga Pradipika del siglo XV identifican 84 asanas; el Hatha Ratnavali del siglo XVII proporciona una lista diferente de 84 asanas, describiendo algunas de ellas. En el siglo XX, el nacionalismo indio favoreció la cultura física como respuesta al colonialismo. En ese entorno, pioneros como Yogendra, Kuvalayananda y Krishnamacharya enseñaron un nuevo sistema de asanas (que incorporaba sistemas de ejercicio además del hatha yoga tradicional). Entre los alumnos de Krishnamacharya se encontraban influyentes profesores indios de yoga, como Pattabhi Jois, fundador del Ashtanga vinyasa yoga, y B.K.S. Iyengar, fundador del yoga Iyengar. Juntos describieron cientos de asanas más, reavivaron la popularidad del yoga y lo llevaron al mundo occidental. Se han ideado muchas más asanas desde que Iyengar publicara en 1966 Light on Yoga, que describía unas 200 asanas. Cientos más fueron ilustradas por Dharma Mittra.
En los textos medievales de hatha yoga se afirmaba que las asanas proporcionaban beneficios tanto espirituales como físicos. Más recientemente, los estudios han aportado pruebas de que mejoran la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio; de que reducen el estrés y las afecciones relacionadas con él; y, en concreto, de que alivian algunas enfermedades como el asma[3][4] y la diabetes[5].
¿Cómo se denomina la postura corporal en yoga?
Una postura de yoga suele llamarse asana, aunque a veces se denomina pitha. Ambas palabras sánscritas significan literalmente «asiento». Originalmente, hace muchos siglos, un asana era el «asiento» o plataforma en la que el yogui se sentaba para meditar.
¿Cuántos tipos de posturas de yoga existen?
El número tradicional de asanas es el simbólico 84, pero distintos textos identifican selecciones diferentes, a veces enumerando sus nombres sin describirlas.
¿Por qué es importante la postura del yoga?
Mejorar la postura gracias al yoga
Cuando eres más fuerte y flexible, tu postura mejora. La mayorÃa de las posturas de pie y sentado desarrollan la fuerza del tronco, ya que se necesitan los músculos centrales para sostener y mantener cada postura. Con un tronco más fuerte, es más probable que te sientes y te mantengas «erguido». El yoga también ayuda a la conciencia corporal.
Kundalini yoga
Aunque no existe una forma definitiva de categorizar las posturas de yoga, hay 13 orientaciones físicas principales que pueden ser útiles para investigar y secuenciar las asanas. En general, estos grupos de posturas de yoga compartirán efectos energéticos y físicos similares. Conocer los beneficios de cada tipo de asanas de yoga te ayudará a refinar y profundizar tu práctica de las posturas de yoga.
Las asanas son posturas o posiciones en las que el cuerpo se apoya en el suelo o en otro objeto, y pueden clasificarse en amplias categorías basadas en su posición corporal y patrón de alineación. Los profesores de yoga utilizan la mayoría de los siguientes tipos de asanas en sus clases de hatha yoga.
Las posturas de pie son la base de cualquier práctica de hatha yoga. Se utilizan para desarrollar fuerza y flexibilidad en todo el cuerpo, preparándonos para estiramientos más profundos y para pasar a posturas más exigentes. Las posturas de pie calientan el cuerpo activando los músculos de todo el sistema. Al ponernos de pie, debemos prestar atención a la colocación de los pies, las rodillas, las caderas, la columna vertebral y la cabeza. Si no alineamos correctamente estas partes, podemos lesionarnos.
Tipos de yoga pdf
Debido al sedentarismo y a los malos hábitos en las actividades diarias, muchos estadounidenses tienden a tener una mala postura, mostrando los rasgos de cifosis, una columna superior excesivamente redondeada, y lordosis, una espalda inferior excesivamente arqueada. Debido a su énfasis en la postura correcta, el yoga puede ayudar a revertir las curvas anormales en la columna vertebral, corrigiendo tanto la curva «joroba» que se produce en la cifosis postural y la curva «swayback» que se produce en la lordosis postural. Y puesto que se ha comprobado que la postura afecta a todos los sistemas del cuerpo, la eficacia del yoga para crear una alineación óptima de la columna vertebral también mejorará la salud y el bienestar general.
Una mala postura puede provocar tensión y dolor en el cuello, la espalda y los hombros. Una mala postura puede inhibir la circulación de la sangre y los fluidos corporales, reducir la función y la capacidad pulmonar y disminuir el metabolismo y la digestión. Una mala postura también puede provocar estados de depresión, aumentar los pensamientos negativos, disminuir la autoestima y reducir la energía y la vitalidad.
En cambio, una postura correcta mejora los niveles de energía y la calidad de vida en general. En el cuerpo sutil, una buena postura ayuda a mantener abiertos los nadis o canales de energía y permite que los chakras funcionen a sus niveles óptimos.
Adho mukha svanasana
Navegar por el mundo del yoga cuando eres un novato puede no parecer tan sencillo como, por ejemplo, empezar a correr. Hay innumerables posturas básicas que recordar, por no mencionar un puñado de diferentes formas de yoga, cada una con un enfoque distinto, intensidad y nivel de experiencia recomendado.
Hatha es uno de los estilos más tradicionales de yoga, así como un paraguas bajo el cual muchos otros tipos de yoga (incluyendo Vinyasa) caen, dice Lindsay Monal, R.Y.T., un profesor de yoga en YogaRenew Teacher Training. En sánscrito, la palabra «Hatha» significa «sol» (ha) y «luna» (ta), y este tipo de yoga se basa en la idea de equilibrar el cuerpo. «Se hace una postura e inmediatamente después otra para contrarrestarla», añade. «Esta práctica es más fluida y lenta, y se centra en mantener y encontrar la estabilidad en las posturas, por lo que se pueden mantener durante unas cinco respiraciones cada vez».
Conocido como el camino de los ocho miembros del yoga, el Ashtanga es otra forma tradicional de yoga, dice Monal. Se trata de un estilo rápido que consiste en fluir a través de una secuencia específica de posturas, de modo que en cada clase se realizan las mismas series de posturas en el mismo orden, añade. «A menudo, si vas a una clase de Ashtanga, como la secuencia es exactamente la misma, todo el mundo lo hace a su propio ritmo, y habrá un profesor dando vueltas y haciendo ajustes», explica. Por ejemplo, puedes hacer una secuencia de saludos al sol unas cuantas veces para elevar tu ritmo cardiaco, y luego hacer una serie de posturas del guerrero, posturas de equilibrio o inversiones, dice Monal.