Posiciones de yoga
Una asana es una postura corporal, utilizada tanto en el hatha yoga medieval como en el yoga moderno[1] El término deriva de la palabra sánscrita que significa «asiento». Aunque muchas de las asanas más antiguas son posturas sentadas para meditar, las asanas pueden ser posturas de pie, sentadas, con los brazos en equilibrio, giros, inversiones, flexiones hacia delante, flexiones de la espalda o reclinadas en decúbito prono o supino. Las escuelas de yoga que compiten entre sí han dado a las asanas diversos nombres en inglés[2].
El número tradicional de asanas es el simbólico 84, pero diferentes textos identifican diferentes selecciones, a veces enumerando sus nombres sin describirlas[3][a] Algunos nombres se han dado a diferentes asanas a lo largo de los siglos, y algunas asanas han sido conocidas por una variedad de nombres, lo que dificulta su rastreo y la asignación de fechas[5]. [5] Por ejemplo, el nombre Muktasana se da ahora a una variante de Siddhasana con un pie delante del otro, pero también se ha utilizado para Siddhasana y otras posturas de meditación con las piernas cruzadas. [6] Otro ejemplo es la postura de la cabeza, conocida en el siglo XX como Shirshasana, pero cuyo nombre más antiguo es Kapalasana [3] [7] A veces, los nombres tienen el mismo significado, como en el caso de Bidalasana y Marjariasana, que significan ambas la postura del gato [8] [9].
¿Cómo se llama la secuencia de 12 posturas de yoga?
¿Cómo se denomina una secuencia de posturas de yoga? Una secuencia de posturas de yoga también se conoce como vinyasa. Esta secuencia es un flujo de posturas singulares -o asanas- que fluyen de una a otra.
¿Cuántas posturas de yoga originales hay?
El número tradicional de asanas es el simbólico 84, pero distintos textos identifican selecciones diferentes, a veces enumerando sus nombres sin describirlas.
¿Cuáles son las 7 etapas del yoga?
Los ocho miembros del yoga son yama (abstinencias), niyama (observancias), asana (posturas de yoga), pranayama (control de la respiración), pratyahara (retraimiento de los sentidos), dharana (concentración), dhyana (meditación) y samadhi (absorción)».
Posición de yoga namn
#4 Afinando tus asanas #4.1 Flexibilidad durante las asanas #4.2 La secuencia de las asanas #4.3 Por qué no debes hablar durante las asanas #4.4 Respirar con facilidad durante las asanas #4.5 Por qué es esencial centrarse en la respiración durante las asanas #4.6 Por qué las prácticas yóguicas suelen hacerse en series de tres #4.7 Cerrar los ojos #4.8 De puntillas #4.9 De talón a perineo #4.10 Asanas: Explorando cómo funcionan el cuerpo y la mente
Te habrás dado cuenta de que ante las distintas situaciones mentales y emocionales que atraviesas, tu cuerpo tiende de forma natural a adoptar una postura determinada. Si estás contento, te sientas de una manera. Si estás triste, te sientas de otra manera. Si estás en paz, te sientas de una manera; si estás enfadado, te sientas de otra. Muchas veces, puedes saber lo que le pasa a alguien simplemente observando cómo se sienta, ¿te has dado cuenta? Basada en esto, a la inversa, está la ciencia de las asanas: al poner tu cuerpo conscientemente en una postura determinada, también puedes elevar tu conciencia. Puedes cambiar tu forma de sentir, pensar, comprender y experimentar la vida sentándote de una determinada manera.
Posiciones de yoga en España
Las posturas tradicionales de yoga no sólo son enormemente beneficiosas, sino que también tienen una rica historia. Y aunque es importante respetar las posturas clásicas, también puede ser divertido añadir variaciones a las asanas probadas por el tiempo. Al igual que tomar una receta familiar muy querida y añadir especias, hierbas o incluso algunos ingredientes nuevos para crear un sabor que atraiga a tu paladar, dar un giro a tus posturas habituales puede insuflar nueva vida a tu práctica, ayudándote a acceder a diferentes grupos musculares y simplemente haciéndote sonreír y divertirte más.
Esta secuencia está repleta de posturas tradicionales, junto con variaciones no tradicionales de esas asanas. Lo ideal es que notes las similitudes entre la postura clásica y la «nueva», al mismo tiempo que experimentas cómo cada versión abre el cuerpo a su manera única.
Antes de empezar Empieza con una meditación sentada: Colócate en una posición sencilla con las piernas cruzadas y apoya las manos en los muslos, hunde los huesos del asiento en la esterilla y levanta el pecho para alargar ambos lados de la cintura. Relaja los hombros alejándolos de las orejas e inspira profundamente, sintiendo cómo la respiración desciende hacia la pelvis. Haga una pausa de un par de segundos al final de la inhalación y, a continuación, exhale lentamente desde el pecho hasta el bajo vientre. Realiza algunos ciclos más de respiración, abre los ojos y colócate sobre las manos y las rodillas.
Ejercicios de yoga para principiantes
En el siglo XVI, un yogui llamado Svatmarama escribió el Hatha Yoga Pradipika. Junto con los Yoga Sutras de Patanjali, sigue siendo uno de los textos más importantes del yoga clásico. El Hatha Yoga Pradipika comienza con un análisis de las asanas, la práctica física del yoga. El texto enumera apenas 15 posturas del yoga clásico.
Cuando Svatmarama escribió el texto, los yoguis ya llevaban siglos practicando. Sin embargo, en la India, las enseñanzas del yoga se transmitían de alumno a maestro, de uno a uno. No había nada (o no mucho) escrito sobre la práctica. Patanjali había escrito los Yoga Sutras para cuando Svatmarama compiló su texto, pero como hemos visto, los sutras no mencionan casi nada sobre la práctica física o cómo hacer posturas específicas de yoga.
En el primer capítulo sobre las asanas, Svatmarama describe 15 posturas. Las posturas tienen efectos muy específicos. Cada una hace algo para preparar el cuerpo para el objetivo del yoga, que en este caso era contener la fuerza vital -prana- dentro del canal central del cuerpo. Al retener el prana en el canal central, los yoguis buscaban liberarse de la ilusión y transformarse en seres inmortales de luz.