Pronunciación de Savasana
Aunque parece fácil, Savasana (Postura del Cadáver) ha sido calificada como la más difícil de las asanas. De hecho, muchos estudiantes de yoga que pueden equilibrarse, doblarse y retorcerse sin problemas durante el resto de la clase, tienen dificultades con sólo tumbarse en el suelo. La razón es que el arte de la relajación es más difícil de lo que parece. No se produce a demanda: No puedes decir simplemente: «¡Vale, voy a relajarme, ahora mismo!». (Sólo hay que preguntar a los millones de estadounidenses que tienen problemas para conciliar el sueño por la noche). Por eso Savasana es un regalo. La postura establece las condiciones que te permiten entrar gradualmente en un estado verdaderamente relajado, que es profundamente refrescante en sí mismo y que también puede servir como punto de partida para la meditación.
La primera vez que se practica la postura del cadáver, puede resultar difícil relajarse en ella; es posible que te quedes tenso y mirando al techo. O, como algunos alumnos, puede que te quedes dormido nada más tumbarte. La esencia de la postura del cadáver es relajarse con atención. En otras palabras, permanecer consciente y alerta sin dejar de estar relajado. Permanecer consciente mientras te relajas puede ayudarte a empezar a notar y liberar tensiones que llevas mucho tiempo acumulando en el cuerpo y la mente.
¿Por qué Savasana es la postura más difícil?
Aunque parece fácil, Savasana (Postura del Cadáver) ha sido calificada como la más difícil de las asanas. De hecho, muchos estudiantes de yoga que son capaces de mantener el equilibrio, doblarse y retorcerse durante el resto de la clase, tienen dificultades para tumbarse en el suelo. La razón es que el arte de la relajación es más difícil de lo que parece.
¿Cuál es el beneficio del yoga Savasana?
Savasana alivia el estrés físico y mental que se acumula durante un entrenamiento. Tanto si haces un saludo al sol como si participas en una clase de HIIT o montas en bicicleta, el ejercicio tiene un profundo efecto en el cuerpo. El corazón late más deprisa, el cuerpo suda y los pulmones respiran con más fuerza.
¿Cuál es la diferencia entre Savasana y Shavasana?
Shavasana es la pronunciación de la palabra sánscrita «savasana». Es una postura de descanso y recuperación, o asana, que se suele utilizar al final de una sesión de yoga. La palabra sánscrita significa en realidad «postura del cadáver», porque los alumnos que la practican se tumban boca arriba en el suelo, con los brazos y las piernas cómodamente abiertos y los ojos cerrados.
Beneficios de Savasana
El yoga es un ejercicio excelente para aumentar la fuerza y la flexibilidad. El yoga se practica con calma y concentración. Funciona mediante estiramientos que ayudan a nuestros músculos agarrotados a moverse mejor. El yoga ayuda a desarrollar la fuerza central y a centrarse en las posturas corporales. Nos hace ser conscientes de si doblamos el cuerpo o nos encorvamos y nos ayuda a ajustar la postura. No se trata de realizar posturas complejas, sino de habituar nuestro cuerpo a posturas sencillas. El yoga representa armonía, unión y un proceso de curación general. Es una conexión entre mente y alma que enseña a gestionar toda la actividad física, mental y de comportamiento.
Aunque algunos de los estilos, como el power yoga y el ashtanga (también conocido como yoga de los ocho miembros), que ayudan a mejorar el tono muscular requieren un inmenso esfuerzo físico. Mientras que algunas formas menos rigurosas de asanas, como el hatha yoga, también pueden proporcionar fuerza y resistencia. Independientemente del estilo de yoga que se practique, es importante realizar posturas de yoga reconstituyente al final de la sesión. Savasana es la postura más común recomendada para relajar el cuerpo y mantener la calma.1
Postura del cadáver yoga
A pesar de sus muchos beneficios para el cuerpo y la mente, no son pocos los practicantes que siguen considerando Savasana (postura del cadáver) como una ocurrencia tardía, el equivalente yóguico del enfriamiento en un entrenamiento aeróbico: ideal si tienes tiempo, pero no esencial. Además, es aburrida. Pero esta postura de descanso final tiene un propósito muy importante en tu práctica. Después de utilizar asanas activas para estirar, abrir y liberar cualquier tensión que pueda haber en tu cuerpo, Savasana te permite integrar la práctica física que acabas de completar.
La clave: encontrar una posición cómoda y neutra mientras te tumbas en la esterilla. Alarga el cuello hasta el coxis, abre el pecho y separa los omóplatos de la columna. Deja que la gravedad haga el resto. Deja que tu cuerpo se sienta pesado; suéltate y húndete en la esterilla.
Observa tus pensamientos sin apegarte a ellos. Siente las sensaciones de tu cuerpo sin tener que hacer nada al respecto. Con el tiempo, tu mente empezará a asentarse, tu sistema nervioso se calmará e incluso puede que entres en un estado meditativo durante Savasana. Tómate este tiempo para recalibrarte y restablecerte. Tu cuerpo y tu mente se lo merecen.
Escritura Savasana
La postura final de cualquier clase de yoga es una de profundo restablecimiento: La Postura del Cadáver, también llamada a veces Postura de Relajación Final. Su nombre en sánscrito, «Savasana», procede de dos palabras. La primera es «Sava» (que significa «cadáver») y la segunda es «asana» (que significa «postura»). Savasana implica una profunda liberación que va más allá de la simple relajación. Esta postura de reposo lleva tu práctica de yoga a un lugar en el que puedes soltarte por completo.
Aunque pueda parecer una postura fácil, en realidad Savasana puede ser muy difícil de aprender y practicar bien. Los grandes maestros de yoga K. Pattabhi Jois y B.K.S. Iyengar incluso llamaron a Savasana la más difícil de todas las posturas de yoga. Para muchos estudiantes, la capacidad de permanecer completamente inmóvil -como un cadáver- mientras se es plenamente consciente y se está desconectado del momento presente requiere mucha práctica y paciencia. A diferencia de las posturas activas, en movimiento y físicamente exigentes, Savasana requiere una decisión consciente de liberarse del parloteo mental y entregarse plenamente a un estado de presencia.